sábado, 6 de agosto de 2011

Es necesario aprender a pedir perdón...


Cuántas veces tus equivocaciones han dañado a alguien?

Cuántas veces te has dado cuenta de tu error?

Cuántas veces has pedido perdón a la persona que dañaste?

A mucha gente le cuesta mucho pedir perdón. Los motivos pueden ser muchos. Arrogancia, verguenza, temor a aceptar haberse equivocado, indiferencia por el dolor causado.

El pedir perdón es algo básico en la formación de cariños y afectos. Entre una pareja, hermanos, amigos, incluso entre padres e hijos, no es posible formar una relación sólida y sana si no estamos dispuestos a pedir perdón por nuestros errores.

Cuando hieres a alguien que quieres, reconocer tu error es algo que le ayudará a curar sus heridas. Porque valoras su sufrimiento, su pena. No hay nada más triste y devastador que ser injustamente tratado por alguien importante para tí y que esa persona no demuestre en absoluto arrepentimiento por lo hecho. Sentir que no le importan tus sentimientos.

Cuando te dañan y no sientes el arrepentimiento de quien te hirió, queda una herida que cuesta mucho borrar. Esa cicatriz te acompañará mucho tiempo y las cosas de a poco dejarán de ser como antes. En cambio, escuchar "disculpa... sé que fue mi error... no quise lastimarte... lo siento mucho", es una caricia a nuestra alma, un bálsamo que permite comenzar a borrar nuestras heridas sin dejar cicatrices.

Recuerdo cuando estaba en 3°básico. Tenía 8 años. En la sala de clases la profesora pasaba lista y cuando llegó el turno de una compañera que era de piel morena, le hice una broma respecto de ello. Un comentario que encontré muy simpático. Mi compañera se echó a llorar. Lloraba avergonzada. Con mucha pena...


Cuando vi su rostro, se me apretó el corazón. Me quise morir. Me di cuenta de que mi tonta broma le había causado un gran dolor. Mis compañeros no rieron.

Al llegar el recreo me armé de valor. Me tragué la verguenza infinita que sentía y me acerqué a pedirle perdón. Desde ese día, nunca he temido reconocer mi error ante quien pueda haber dañado. He aprendido que el corazón y los sentimientos de los demás son tan delicados e importantes como los míos.

Somos seres humanos y cometeremos muchos errores. Cada día lo hacemos. Pero lo importante no es eso. Lo importante es aprender a decir de corazón... "Perdóname".

No hay comentarios:

Publicar un comentario