martes, 26 de julio de 2011

¿Cuál es tu estandarte?...

Todos quienes somos padres criamos a nuestros hijos de acuerdo a lo que creemos correcto. Pero siempre hay un valor principal sobre la cual gira todo lo que les enseñamos. Puede ser la honestidad, el esfuerzo, la competitividad, la rectitud o muchas otras. Traspasamos a nuestros hijos aquello que es más importante para nosotros. Nuestro estandarte. Aquello que más valoramos y que nos impulsa en la vida.

Y cuál es tú estandarte? Creo que el mío es simplemente el cariño y el amor hacia quienes son importantes para mí.


Los afectos son lo que nos llena, lo que nutre nuestra alma. El querer y sentirse querido nos hace ser humanos, pero "humanos de verdad". Y eso es lo que sin pensarlo he estado transmitiendo a mi hijo. Y me emociona ver lo afectuoso y cariñoso que es. Cómo puede prescindir de tener un juguete pero no soporta sentir que aquellos que lo quieren se enojen con él.

Sé que cada día cometo muchos errores como Padre pero si soy capaz de transmitir a mi hijo lo importante de cuidar a quienes quiere y lo quieren, estaré satisfecho, porque abre criado a una buena persona. Una persona que transmitirá ese estandarte a sus propios hijos.

Y cuál es tu estandarte?...


domingo, 24 de julio de 2011

Qué rápido pasan los días...

Cuando niño recuerdo que los días eran eternos, solía ser capaz de crear mundos enteros cada día, y el tiempo alcanzaba para el colegio, los amigos, la familia y cientos de cosas más.

Hoy, no puedo evitar sentir que los días pasan más rápido, que aquello que parece haber ocurrido sólo hace unos meses sucedió hace un par de años. Es como si la vida fuera un tren a alta velocidad y sólo estuviéramos mirando por la ventana, incapaces de bajarnos.

Esta sensación de que más que manejar nuestras vidas, somos empujados a una rutina diaria, a sentir como el tiempo se va en viajes en metro, trabajo, familia, obligaciones y que al final del día al ir a dormir parece que nos faltó tanto por hacer.

A veces quisiera ser capaz de congelar el tiempo, de pararme a mirar por mi ventana a la gente y percibir, más que a una multitud, a personas con sentimientos parecidos a los míos, con ilusiones y esperanzas, con problemas y alegrías, gente común. Pero sólo siento el bullicio, los empujones y el ir y venir de miles de seres urbanos.

Nos hace falta deternos, ser concientes de nuestro entorno, apreciar como cada minuto que nos es regalado es único e irrepetible y por tanto debemos saber vivirlo.


Un nuevo comienzo...

Siempre me ha gustado escribir. Creo que las reflexiones son parte de nuestra vida. El meditar acerca de lo que vemos, el pensar acerca de lo que sentimos cada día. Por eso he iniciado muchos blogs tratando de poder mostrar mi visión de las cosas que aunque pueda estar errada, es parte de lo que tengo para compartir con los demás.

El vivir en un mundo donde cada día estamos más conectados pero a la vez, nos sentimos más solos es algo que se está volviendo crónico. Es una pena que el mundo nos lleve y no seamos nosotros quienes seamos capaces de tomar un minuto y ver como la vida se desarrolla a nuestro alrededor.

Por eso espero tratar de plasmar en estas líneas esos momentos en que soy capaz de ver las cosas con lucidez y  ver con claridad que este mundo es mucho mejor y hermoso que lo que solemos creer.